Esta es una consideración que hace el portavoz ucraniano considerando que la estabilidad de Rusia es vulnerable a la diversidad étnica y religiosa.
Las últimas atrocidades de Moscú han sacudido los cimientos del régimen de Vladimir Putin, y Ucrania ha sugerido que los ataques en Moscú podrían repetirse mientras Putin persigue el pluralismo de Rusia.
Las autoridades ucranianas advirtieron que los actos terroristas fueron un duro golpe para los partidarios del presidente ruso, quienes confían en sus tácticas de mano dura para mantener el orden.
Andrei Yusov, portavoz del servicio de inteligencia del Ministerio de Defensa, subrayó que estos acontecimientos muestran un "completo colapso" incluso desde la perspectiva de quienes apoyan el enfoque autoritario de Putin.
Según Euronews, esto demuestra que a pesar de las advertencias anteriores, el Estado no puede impedir estos ataques, lo que pone de relieve una preocupante falta de control.
En una entrevista con el portal VOA, Yusov reflexionó sobre la compleja diversidad racial, étnica y religiosa que caracteriza a Rusia y dijo que tales actos probablemente se repetirán mientras persistan las tensiones interétnicas, interreligiosas e intersociales.
El territorio ruso alberga una población diversa de grupos étnicos y estados, muchos de los cuales se sienten marginados de sus derechos civiles, culturales y religiosos, lo que plantea un desafío fundamental para la estabilidad del país.
Además, Yusov planteó la posibilidad de que Putin pudiera utilizar estos ataques como excusa para restringir aún más las libertades civiles y movilizar apoyo social para sus políticas, incluida la continuación de la guerra en Ucrania.
Un portavoz del Ministerio de Defensa culpó a Putin de la inseguridad en el país y en el extranjero, describiéndolo como "el mayor y principal terrorista del mundo".
Los recientes incidentes en Moscú, que mataron a casi 140 personas e hirieron a otras 180, han planteado serias dudas sobre la capacidad de Putin para garantizar la seguridad nacional.
Si bien las autoridades rusas señalan la participación de la rama afgana del Estado Islámico, algunas sospechas culpan a Ucrania.
Sin embargo, más allá de las acusaciones y las investigaciones en curso, está claro que Rusia enfrenta desafíos internos que podrían desestabilizarla aún más.