Los países del G7 enfrentan llamados para mayores objetivos de reducción de emisiones en la reunión ministerial sobre el clima.
NUEVA YORK – Durante la reciente reunión ministerial sobre el clima del G7 en Nueva York, los países más desarrollados y económicamente poderosos del mundo, que en conjunto representan el 21% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, enfrentaron el desafío de adoptar medidas más urgentes y ambiciosas.
El presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), el embajador Dr. Pa'olelei Luteru, Fatumanava, destacó la necesidad de que el G7 aumente los objetivos de reducción de emisiones al menos al 58% para 2030, señalando que los objetivos actuales adolecen de graves deficiencias.
La conferencia, que tendrá lugar del 28 al 30 de abril, es crucial para los pequeños países insulares en desarrollo (PEID), que se ven afectados desproporcionadamente por los efectos del cambio climático a pesar de su insignificante contribución a las emisiones globales.
Estos países enfrentan desafíos únicos, como su pequeño tamaño, pequeñas economías y lejanía, que los hacen particularmente vulnerables a las crisis externas y la degradación de los ecosistemas.
El Dr. Lutru criticó el objetivo actual del G7 de reducir las emisiones entre un 40% y un 42% para 2030, diciendo que era insuficiente para mantener el calentamiento global dentro del límite seguro de 1,5°C.
Advirtió que sin un plan de reducción de emisiones más ambicioso, el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050 no se alcanzaría, poniendo en gran riesgo las vidas y los medios de subsistencia de los residentes de los pequeños estados insulares en desarrollo.
Finalmente, el Presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares instó a los líderes del G7 a comprometerse a establecer nuevos objetivos financieros sólidos para el financiamiento climático para garantizar que los países en desarrollo tengan acceso a financiamiento para lograr una transición de descarbonización justa y efectiva.